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En nuestro equipo juegan galeristas, curadores e investigadores de arte.
Arte & Naturaleza (texto escrito por Gabriela Tineo Sanguinetti)
Se ha escrito mucho sobre el binomio arte y naturaleza. Porque como sucede con casi todo, con el paso del tiempo su enfoque ha ido cambiando, también el concepto de arte ha cambiado. Con los años, las discrepancias sobre qué es arte y que no, han ido nutriendo polarizadas posiciones, sin embargo, lo que no ha cambiado es lo que comprendemos por naturaleza, es decir, en su acepción más simple, un entorno no intervenido por el hombre. Un espacio que, en ausencia del ser humano, preserva para sí, una misteriosa y subyugante fuerza, que lo hace inmune a algunas de las reglas que nos gobiernan en este mundo dual. El natural, es un mundo imposible de controlar, esa cualidad, que nos seduce en modos insospechados, nos invita a soñar con héroes post modernos con toda índole de súper poderes; y probablemente haya hecho que en otras épocas, en distintos momentos y rincones del globo, se adoraran diferentes fuerzas cósmicas, telúricas y anímicas, como el sol, la luna, el rayo, el viento, montañas, lagos, e incluso algunos poderosos animales y elementales ajenos a la mirada poco entrenada en lo esencial, del ojo occidental.
La naturaleza no es algo que podamos experimentar intelectualmente, pero en un esfuerzo por comprenderla damos vida a cosmovisiones, filosofías o religiones como las cosmovisiones amazónicas, el naturalismo o el sintoísmo japonés entre otras. Sin embargo, no es a través de su intelectualización, sino más bien al estar en su presencia, que la naturaleza nos conmueve con su belleza, armonía y sincronicidad. Esa conmoción nos humaniza y nos emociona aún más porque constituye una de las pocas certezas en épocas de incertidumbre para la humanidad. Cuando todo nos parece adverso, buscamos siempre refugio en la naturaleza, porque estar en un parque, en un río, una playa, un bosque, una noche estrellada, una puesta de sol, nos reconforta, tal como hace una madre con su bebé.
La naturaleza, lo mismo que el arte, tienen la capacidad de conducirnos a un estado de conciencia que nos permite transitar por el filo de la navaja de este universo dual, alcanzar ese raro estado de equilibrio que no privilegia un aspecto sobre otro, que nos libera de la dualidad y nos permite SER humanos en la integridad de nuestras capacidades.
En ese sentido, el arte imprescindible para nosotros es aquel que implica concienzudamente ser y estar en sintonía con la naturaleza, con nuestra propia naturaleza, para desde este privilegiado y precario tránsito, coadyuvar en actualizar los obsoletos paradigmas que nos rigen, orientándolos hacia la sostenibilidad, sustentabilidad, tolerancia, innovación, creatividad, empatía y respeto mutuo, para acceder al superhombre en el que se puede convertir la versión adulta de nuestro niño interior.
Buscamos ser facilitadores de esta transformación colectiva, poniendo a disposición de artistas, artesanos, intuitivos y curiosos en general, un espacio acondicionado como laboratorio creativo, ubicado dentro de una antigua plantación de Indanos, rodeado de cultura viva ancestral y dotado de talleres multidisciplinarios, para grabado, cerámica, dibujo, pintura y otros.
Nos han preguntado muchas veces porque en plena era digital y predominio de lo conceptual, esta orientación nuestra al desarrollo del virtuosismo a través del dominio técnico, y la respuesta es simple, en general alcanzar cierta maestría en el dominio de cualquier técnica, aumenta nuestra autoestima, esto nos da seguridad en lo que hacemos y en como lo hacemos, al estar seguros y confiados en nuestras capacidades técnicas, podemos desactivar nuestra mente lógica para sintonizar otro canal, llamémoslo intuición, imaginación o como sea que queramos llamarlo. Esta reorientación de nuestra atención nos induce a un estado de relajación, una especie de trance, que permite que nos abramos a la información, por ejemplo, proveniente de nuestro entorno natural cercano, colores, luces, sombras, texturas, patrones, sonidos, que afectan nuestra propia cosmovisión de maneras insondables.
Es por eso que, en un mundo en vertiginosa y sorprendente transformación, apostamos por el camino de la exploración y la creación desde una perspectiva que nos permita experimentar la unidad a través del arte y la naturaleza. Por eso y para eso creamos INDANO ART LODGE, en Lamas, un pequeño pueblo de la selva alta del nororiente peruano o rupa rupa, ubicado entre un espolón de la cordillera escalera y la cordillera azul, ambas áreas de conservación.
Aquí podrán entrar en contacto con esos olvidos preservados por la gran muralla verde e interactuar con grupos humanos que han sabido mantener con vida conocimientos y cultura ancestrales, podrán conocer sus técnicas, visitar artesanos, investigar con materiales y pigmentos naturales, consultar nuestra nutrida biblioteca o simplemente disfrutar del escenario que nos brinda la sombra de los árboles de Indano que pueblan el lugar, de la piscina, el huerto y su vivero.
Textos: Gabriela Tineo Sanguinetti
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